miércoles, 23 de marzo de 2011

BASILEA III


   El primer acuerdo de Basilea (un pacto normativo internacional para reforzar y regular la estabilidad y solvencia del sector financiero) nació en 1988 y duró dieciséis años. El segundo surgió en 2004 y entró en vigor en 2007.
Basilea III se aprobó en noviembre en la cumbre del G-20 en Seúl, aún precisa concreciones y precisiones, y su entrada en vigor no será inmediata, sino gradual (entre enero de 2013 y diciembre de 2018).


Pese a ello, y aunque han sido atenuados en los últimos meses algunos de sus términos iniciales, parece haber consenso en que Basilea III supondrá un avance en el propósito de prevenir y dificultar futuras catástrofes financieras como la que se produjo hace ahora dos años tras el derrumbe de Lehman Brothers.
  Bajo el auspicio del Banco Internacional de Pagos de Basilea (BPI oBIS), con sede en Basilea (Suiza), una institución creada en 1930 y que actúa como «banco central de los bancos centrales», este tercer gran acuerdo para la regulación bancaria internacional ha acabado decantándose por una vía intermedia entre las posiciones antagónicas de dos grandes bloques de presión: mientras EE UU y Reino Unido alentaban un acuerdo más duro y de implantación más rápida, Japón y Alemania abogaron por una regulación más liviana y a más largo plazo. 

 Las siguientes son algunas de las medidas que se acordaron el domingo:
Capital estructural (Tier 1)
Se refiere a las reservas básicas de capital de un banco, calculadas según el riesgo de los activos que tiene en sus libros.
Nuevo: Bajo Basilea III, el ratio de capital total estructural Tier 1 se fija en 6%, con un capital central Tier 1 de 4.5 por ciento.
La implementación de las reglas de nuevo capital estructural comenzará en enero del 2013. Las normas estarán plenamente en vigencia en enero del 2015.
Actual: A los bancos se les exige tener un ratio de capital estructural de 4% y sólo la mitad, o 2%, corresponde a capital estructural "esencial" o capital de calidad en forma de ganancias retenidas o acciones.
Colchón de conservación
Nuevo: Basilea III introduce un colchón de conservación de capital de 2.5% que se suma al capital estructural Tier 1.
Cualquier banco que no cumpla con este amortiguador se enfrenta restricciones de supervisores en pagos como dividendos, recompras de acciones y bonos a ejecutivos.
El nuevo colchón tendrá que estar compuesto de acciones comunes. El colchón será introducido paulatinamente desde enero del 2016 y estará en vigor en enero del 2019.
Actual: En este momento no hay un colchón de conservación de capital.
Colchón de capital
Nuevo: Este nuevo colchón se establece entre el 0 y el 2.5% en acciones comunes u otro capital capaz de absorber pérdidas.
El objetivo del colchón es forzar a los bancos a tener un respaldo adicional cuando los supervisores vean un crédito excesivo en el sistema que amenace con generar morosidad.
Actual: No existe un estándar mundial sobre este tipo de respaldo.
Ratio de apalancamiento
Se apunta por primera vez a limitar el apalancamiento en el sector bancario mundial.
Se pondrá a prueba un ratio de apalancamiento de 3% Tier 1 -o que el balance no pueda exceder en 33 veces el capital estructural- antes de introducir un ratio de apalancamiento obligatorio en enero del 2018.
Liquidez
La primera serie mundial de requisitos de liquidez común busca asegurar que los bancos cuentan con suficiente efectivo o equivalentes de efectivo para salir del apuro de un golpe muy severo de corto plazo y de condiciones menos severas en el mediano a largo plazo.
El colchón de liquidez de corto plazo sería principalmente deuda soberana de alta calidad, aunque incluiría también deuda corporativa de alta calidad.
 Fuentes: wikipedia y el economista.

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